Darrer post de Catalunya i article la Vanguardia

Be dons, ja cal deixar les pors i els problemes de darrera hora, ja no hi ha volta enrera, la pregunta. M'he deixat quelcom?, no ho se, ja tinc les maletes plenes, el que estic segur es que porto exces d'equipatge amb tant de suport i amistat que m'heu demostrat, espero que els de Lufhansa siguin amables i em cobrin gaire.

Avui ha sortit l'entrevista de la Vanguardia i per sorpresa meva, un semafor de color verd que m'encoratja encara mes. Una nota, la foto es del Quico Amador, ja pot enmarcarla. També de RNE al programa de Juan Ramon Lucas m'ha entrevistat com la noticia bona de dia i a la Com Radio.

Aquest es el darrer post de Catalunya, intentaré seguir publicant desde Alasca fins el dia 15 que comença l'aventura, a partir d'aqui en Quico Amador es farà càrrec del blog.

Tinc una menció molt especial a Carles Alonso, cap de premsa del projecte, que ha fet una tasca de difussió espectacular i que mentre duri el repte serà en nexe de contacte amb diaris i radios. El se telefon es el 620197384.

Aqui teniu la noticia de la Vanguardia:

Un juez correrá 480kmpor el Ártico contra la fibromialgia

Correcaminos de ley

XAVIER ALDEKOA
Barcelona. Servicio especial Hace ocho meses, el ampurdanés Salvador Ribot se hartaba
de animar a un compañero en el Sáhara. En mitad de la Marathon des Sables, con un calor asfixiante, tiraba de su amigo, destrozado física y mentalmente. Y Ribot tomó
buena nota de aquella experiencia.
El próximo 15 de febrero inicia el mayor reto deportivo de su vida en la Yukon Arctic
Ultra, una carrera de 480 kilómetros en ocho días en la frontera entre Alaska y Canadá, en autosuficiencia y con temperaturas de –40ºC. Ahí será él quien lleve al límite su resistencia. “Esta carrera es una salvajada, así que la cabeza será clave,
sólo hay seis horas de sol, hará un frío terrible y se corre mucho tiempo solo. O tienes la mente bien, o te vienes abajo”, explica Ribot, que trabaja en una empresa de servicios y ejerce de juez de paz en Santa Cristina d'Aro, sabe de qué habla: su
currículum es un mapamundi de carreras de ultrafondo. Por eso se ha metido un as en la manga para dar un respiro a su mente en los momentos más duros. Cuando el cuerpo pida parar, Salvador, de 47 años, apretará los dientes por su “patrocinador espiritual”. Harto de buscar sin éxito empresas que apoyaran sus locuras deportivas, optó por dar un giro solidario a sucausa. "Me olvidé de lo económico y decidí
compartir mis retos con l'Associació Catalana d'Afectats de Fibromiàlgia para dar a conocer esta enfermedad y darnos apoyo mutuo. La idea es que por cada día que aguante en carrera, los enfermos salen media hora a pasear, sólo les pido que se
ayuden a ellos mismos”, señala.
El pacto, que iniciaron cuando Salva corrió su primera Marathon des Sables –allí el calor rozaba los 50 grados–, nació de su capacidad por solidarizarse con las personas que sufren dolor crónico. “En las carreras de ultrafondo
hay días que piensas que las piernas te van a estallar, te duele todo, pero no es nada comparado con los enfermos que sufren toda la vida”, ilustra.
La responsabilidad por este paseo solidario se convertirá en un cariñoso empujón de fuerzas cuando el ánimo flaquee. Porque la prueba da motivos de sobras para bajar los brazos.
El año pasado, 16 valientes iniciaron la carrera y sólo acabaron dos. El resto fueron rescatados en helicóptero. Este año, 14 corredores el alpinista aragonés
Javier Subías es uno de los tres españoles que tratarán de recorrer los 60 kilómetros de media diarios sobre la nieve y el hielo. Pero Ribot confía en que su experiencia como juez de paz le sirva para encender el ánimo. “Como juez he escuchado
problemas de la gente realmente importantes, y te das cuenta de que la vida puede ser muy difícil. Eso me ayudará a restar trascendencia a lo que me ocurra
en carrera”, señala. Aunque quizás haya sorpresas que obliguen al juez Ribot a sacar su vertiente más diplomática. “Ahora los osos polares hibernan, pero también hay lobos por allí, así que si tengo que hacer de juez y mediar entre ellos y los corredores, espero que no tengan mucha hambre!”, bromea.